Diferencias entre albarán y facturas
30 de marzo de 2017
Por Celia Galán, de Activa Consultores (Asesorias en Sevilla)
Por un lado, un albarán es un documento de carácter mercantil, que da fe de la recepción de un pedido o servicio entre varias partes. Este documento lo realiza el emisor o persona que envía la mercancía, el receptor una vez recibida se encarga de firmar el albarán.
Legalmente, un albarán tiene idéntico valor que una factura, obligando a una parte a que entregue a la otra una mercancía. Un albarán firmado permite saber al emisor que el pedido se ha recibido y por lo tanto llevar así el control a la hora de salir las existencias.
En nuestro país, los albaranes tienen la siguiente información: fecha en que se emite, nombre de la persona emisora y receptora, NIF y domicilio, número de la factura realizada, el producto que es objeto de la misma, precio y firma de la persona receptora.
Por otro lado, la factura es un documento que se encarga de demostrar que un cliente ha comprado un producto o servicio. Además incluye toda la información referente a la operación.
Podemos decir que es una manera de acreditar una transferencia de un producto o servicio después de comprarlo. La emisión de la factura es obligatoria para que quede constancia y se puede realizar la comprobación de la operación comercial.
La información que necesitamos para la factura es: nombre de comprador o vendedor, tanto si es una empresa como si es un particular, identificación del producto o del servicio, caso del nombre o un código, el precio por unidad y el precio total de todas las piezas que se compran, y si existe, en su caso, algún descuento.
Una vez que ya sabemos que es un albarán y una factura, pasamos a explicar las diferencias entre ambos:
El albarán y la factura suelen ser unos documentos que pueden confundirse, aunque en realidad existen diferencias entre ellos, por un lado, el albarán por ejemplo, se encarga de servir de justificante para la entrega de un producto y no tiene efectos a nivel tributario o fiscal. La factura justifica el pago de la transacción, teniendo en este caso efecto tributario y fiscal.
El albarán es un documento mercantil del que se encarga de su emisión el proveedor y que sirve para acreditar la entrega de la mercancía. Es una manera de garantizar que un producto se entrega y actúa como garantía de que el producto llega a manos del cliente. Existe un tipo de albarán donde no aparece el valor del producto adquirido (albarán sin valorar).
Los albaranes especifican normalmente el importe de la mercancía entregada, pero solo vale para dar más detalle de la transacción, carece de efecto tributario. La factura es más compleja y acredita la operación, teniendo finalidad tributaria. Se deben incluir los datos identificativos del comprador y vendedor, el importe del producto o servicio y el IVA que se aplica.
La emisión del albarán no es obligatoria, pero la factura sí que debe emitirse.
Artículo elaborado por Activa Consultores - Asesorias en Sevilla